El Biblioburro será llevado al cine en un documental dirigido por Carlos Rendón Zipagauta

Frente a la lente del camarógrafo y director de fotografía belga Michel Baudour, Luis Soriano repite la rutina que lo ha llevado a convertirse en uno de los maestros más célebres de Colombia.
Sobre sus burros, Alfa y Beto, recorre las veredas La Gloria (donde vive), Brasil y La explanada, en el turbulento Magdalena Medio, llevando 'a cuestas' su biblioteca ambulante, el Biblioburro, que ya hace parte de la Red Nacional de Bibliotecas de Colombia.

A pocos kilómetros de su casa, que sirve como centro de operaciones del documental Biblioburro, que se filma desde hace 20 días en la zona, Soriano espera que le den la orden para echar a andar sus animales y entrar en cuadro en la película del caleño Carlos Rendón Zipagauta, radicado en Bélgica.

Mientras la cámara de alta definición está grabando, se le escucha decir a un maestro de la zona, desde la parte más baja de una loma y bajo un enorme árbol, "buenas tardes, ¿cómo están todos? Hoy vamos a aprender el uso de las mayúsculas". La sombra del árbol refresca a los alumnos, todos mayores, que quieren aprender a leer y escribir.

Una vez se da la señal, Soriano baja la colina y detiene a sus animales bajo el árbol. Ya está en cuadro. Saluda. Sobre el lomo de uno de los burros, una pequeña muestra de su biblioteca lo acompaña: la mayoría son libros infantiles y de consulta, que presta a quien quiera leerlos. Deja unos cuantos y recoge otros. Se despide sonriendo.

Soriano ha concluido una escena sencilla, que no se compara en dificultad y riesgo con otras que ya repitió para la cámara y que le han ocurrido de verdad. "Me han sucedido tantas cosas en el transcurso de la biblioteca rural en burro y me las juntaron todas en 20 días. El encuentro con las culebras, por ejemplo, que es muy peligroso. O cuando pasas un arroyo que está seco y de regreso el agua te da hasta el cuello; tienes que meterte al agua con los burros y con los libros", dice Soriano mientras abre una maleta plástica verde desplegable, con compartimentos para los libros, que usa cuando hay emergencias en los ríos.

"Vivo hace 29 años fuera de Colombia y me llamó la atención cómo en un país tan complicado se encuentran personajes como Luis. Es una cosa quijotesca, inverosímil, uno no entiende cómo pudo aparecer alguien así en una de las regiones más violentas que ha tenido Colombia", comenta el documentalista.

Soriano sabe que vale la pena. Su idea, movida con tanta pasión, pocos recursos y de gran impacto para su comunidad, podrá encontrar resonancia en muchos lugares del mundo. Quizás así pueda hallar los recursos para poder terminar esa soñada biblioteca, que está a medio construir justo al lado de su casa de La Gloria.

Extraída de El tiempo.com