BIENVENIDOS

En este espacio encontrarán noticias, entrevistas, reflexiones y novedades del mundo de la Bibliotecología.

Cordialmente se le invita a participar; envíenos noticias, sus artículos, crónicas o pensamientos para ser un aporte más en su difusión y promoción. *********************************************

28 de diciembre de 2007


La Dirección de Biblioteca de la Universidad de Viña del Mar, junto con el equipo de Infotecnologías organizan el "3er. Seminario de Infotecnologías: Servicios, contenidos e innovaciones para la gestión de información" que se realizará el jueves 10 y viernes 11 de enero de 2008, dirigido a Bibliotecólogos, periodistas, comunicadores y otros profesionales vinculados al área de Gestión de Información.

Este evento se ha desarrollado exitosamente en dos oportunidades anteriores, constituyéndose en una alternativa de alto nivel de actualización sobre el ámbito de las tecnologías para la gestion de la información.

Para mayor información le invitamos a visitar nuestro sitio http://www.infotecnologias.cl/

ORGANIZA: Universidad de Viña del Mar. Dirección de Biblioteca
LUGAR: Universidad de Viña del Mar, Audit oriumrium 115
UBICACIÓN: Avda. Agua Santa 72 55, Rodelillo, Viña del MarFECHA: jueves 11 y viernes 12 de enero de 2007HORARIO: 9:30 a 12:30 y 14:30 a 18:00 Hrs.
VALOR DEL SEMINARIO: General: $ 25.000 Estudiantes: $ 10.000
INFORMACIONES E INSCRIPCIONES:
Sonia Alarcón, Rosina Burgos
Teléfonos: 032 2462525 - 032 2462526 - 032 2462530Correo electrónico: biblioteca@uvm.cl ; rburgos@uvm.cl

26 de diciembre de 2007


La Nochebuena del Bibliotecario (Otro cuento de Navidad a la manera de Dickens)

Gentilieza de SEDIC - Blog

Cuando el Bibliotecario levantó los ojos del libro se dio cuenta de que no quedaba nadie. Todos se habían ido y el Ayudante, ese vago que siempre está buscando excusas para escurrir el bulto, había apagado las luces y cerrado los ordenadores. “Bien, es Nochebuena”, pensó, “y supongo que sería inútil intentar que cumpla con el horario debido. En fin, yo también me iré a casa, hace rato que siento mucho frío”. Un frío extraño, además. Parecía que le saliera desde dentro.

No le resultó difícil atravesar la sala, a pesar de la oscuridad. Conocía bien “su” biblioteca, aquel rincón en el que llevaba más de 20 años. Sabía dónde estaba cada mesa, cada silla, cada estante. Mientras buscaba las llaves y conectaba las alarmas volvió a pensar en el Ayudante. “Cada día está más enloquecido” se dijo. “No hace más que proponer proyectos descabellados. ¿Pensará que nos pagan para divertir a la gente? No faltaba más…”. Recordó que, esa misma mañana, le había sugerido felicitar a sus lectores con reproducciones de los villancicos renacentistas que guardaban en los depósitos. “¡Un material sagrado, sólo para sabios!”. También le había insinuado que arreglaran una sala casi vacía para acoger a los estudiantes. “Los pobres no tienen una biblioteca en el Instituto, y aquí hay una buena sección de referencia”. ¡Pobres! ¡Llamar pobres a esta panda de gamberros que sólo sirven para montar botellones! Por no hablar de la absurda idea de bajar de Internet crucigramas para los ancianos. Así utilizarían la colección de diccionarios y eso les ayudará a ejercitar la cabeza, decía el insensato. “Esos ya no tienen ni cabeza, están gagás. Los diccionarios son muy valiosos y, gracias a mis desvelos, se conservan impolutos. No tardarían en babear encima”. ¿Y qué pensar del club de lectura para “marujillas”?. Así las llamó: “marujillas”. “¿Vamos a perder el tiempo charlando de La Regenta con semejante hatajo de incultas?”. El desgraciado estaba tan loco como su sobrino, que quería abrir en la Biblioteca un chat, un blog, una lista de distribución, qué sé yo cuántas tonterías más. Una vez pidió un servicio de alertas, ¡alertas! “Vaya tontería… que se espabile cada cual y busque la información por su cuenta”. La biblioteca no estaba para atender a ignorantes.

Notó que al final de la sala se reflejaba una luz. “¿Se habrá dejado abierto algún OPAC el inútil ese? No sería raro, hoy estaba trastornado”. Fue a oscuras hasta la pantalla que brillaba en la penumbra, para apagarla. Y entonces vio que algo se movía allá dentro, como si estuvieran proyectando una película. No podía ser: aquello era un terminal y no daba acceso más que al catálogo. ¿Qué se movía, entonces?

Se acercó más y, de pronto, el frío que toda la tarde había sentido se hizo más profundo. Desde la pantalla del ordenador le hacía señas un rostro macilento, enjuto, triste. ¡Era el anterior Bibliotecario! Había sido su maestro, su mentor, incluso “su padrino”. Le enseñó cuanto sabía y desde entonces veneraba su memoria. Pero… hacía más de 10 años que estaba muerto.

Se asustó. Medio paralizado por el miedo, pero empujado por la curiosidad, se acercó más, dispuesto a averiguar qué era aquello. Y entonces, la figura del Viejo Bibliotecario señaló a una esquina de la pantalla y desde allí empezaron a surgir imágenes… imágenes familiares. El Bibliotecario se vio a sí mismo, un niño todavía, allí, en esa misma biblioteca. Habían montado un belén y el Viejo Bibliotecario había sacado cuentos de Navidad y los había dispuesto encima de las mesas. También había golosinas en el mostrador y todo el mundo se felicitaba las fiestas. Parecían contentos. Mientras miraba la escena, el Bibliotecario notó que el frío había desaparecido… hasta tenía ganas de unirse a aquel alegre grupo de gente.

Pero la imagen comenzó lentamente a desvanecerse y otra vez apareció la figura del Viejo Bibliotecario. Ahora señalaba a otra esquina de la pantalla. Y allí, como a través de una cámara web, el Bibliotecario vio a su Ayudante, cantando con un coro de adolescentes… los villancicos de la biblioteca. También vio a un grupo de mujeres de mediana edad, que hablaban animadamente y se intercambiaban libros… de la biblioteca. “¡Este granuja me la ha jugado!”, pensó. “A pesar de mis instrucciones, ha sacado los villancicos, ha organizado su club…. Me va a oír cuando regrese”.

Estaba indignado. Y volvía a sentir el mismo frío. Mientras rumiaba cómo poner freno a los atrevimientos del Ayudante, la imagen volvió a desvanecerse y una vez más el Viejo Bibliotecario apareció y señaló otra esquina de la pantalla. Pero esta vez no se vio nada. Todo quedó negro, oscuro, no hubo ruidos ni movimiento. Todo era silencio. Desconcertado, pulsó el ratón varias veces sin resultado alguno. No sabía qué hacer. Y entonces oyó detrás de él un susurro muy leve. “Sssss. No haga ruido. Nos pueden descubrir”. Miró a todos lados sin ver a nadie. “No haga ruido, es peligroso. Los ordenadores están prohibidos”. “¿Prohibidos? ¿Qué tonterías está diciendo? Hay más de treinta ordenadores en mi biblioteca”. “Chssss, no pronuncie esa palabra. Todas están cerradas. Y los cines, y las salas de conciertos. No se pueden leer más libros que los oficiales”. “¿Cómo dice? Hace un momento he visto a un grupo de mujeres intercambiando novelas, a un coro cantando villancicos… ¿me está tomando el pelo?”. “Lo que usted vio pasó hace muchos años. Las mujeres no pueden salir de sus casas. La música está vedada. Nadie canta, nadie lee, nadie tiene Internet. Es muy peligroso. La gente dejó de venir a las bibliotecas porque no servían para nada y, poco a poco, el fanatismo y la ignorancia se apoderó de nosotros.”. Y, dicho esto, el murmullo cesó y todo quedó completamente en silencio y a oscuras. El Bibliotecario notó cómo el frío, más terrible que nunca, le recorría las venas y lo paralizaba.

Y en ese momento cayó en la cuenta: era una broma. Una broma de mal gusto, claro. Una broma del Ayudante, sin duda en colaboración con el idiota de su sobrino. Le habían gastado la broma del “Cuento de Navidad”. Muy bien montada por cierto, pero un hombre de su cultura ¿cómo había podido ser tan ingenuo?.

Bastante molesto, abrió la puerta para salir y tropezó con el Ayudante que volvía a toda prisa. “Muy divertida su broma, muy divertida”, casi rugió. “¿Divertida? ¿Qué broma? No sé de que me habla”, dijo el Ayudante, sin resuello. “Vengo del Ayuntamiento. Por culpa de la iluminación de Navidad que han colgado en la fachada hubo un cortocircuito y nos quedamos sin luz. Llevamos toda la tarde completamente a oscuras, y tuve que desalojar la biblioteca. Se lo dije cuando aún era de día, ¿no se enteró?”.

“¿No se enteró, señor Bibliotecario?”

Dulce Biblioteca


"Érase una biblioteca que, al llegar la Navidad, se transformó en la casita de chocolate de los cuentos. Los niños, atraídos por las dulces promesas que ésta atesoraba, acudían cada día y contemplaban extasiados los caramelos en cortinas, el mazapán y negro chocolate del belén. Gigantescos caramelos y piruletas se exhibían en estanterías y ventanas, una casita de canela, galleta y gominolas se agazapaba en un rincón y hasta el árbol fue recubierto de guirnaldas acarameladas. Como si se tratasen de Hänsel y Gretel perdidos en el bosque, los niños no dejaban de preguntar por el momento en el que podrían saborear algún dulce, pero como en toda historia que se precie, en la biblioteca de cuento existían tres brujos bibliotecarios dispuestos a ponerles las cosas un poco difíciles, aunque no demasiado, pues los niños eran su secreta debilidad. La prohibición era muy estricta: no podían comer ningún caramelo, ni tocar una sola figura achocolatada del belén. Muchos valientes aceptaron tamaño desafío y se aprestaron a participar en las más dulces actividades de la historia de nuestra
biblioteca..."

Extracto de la Memoria anual 2003 de la Biblioteca Municipal Peñaranda de Bracamonte, España.


Una noticia nunca es antigua si se trata de una experiencia enriquedora y que puede seguir siendo de ejemplo para millones de Bibliotecas del mundo.

Si desea ver más sobre esta notable y original gama de actividades organizadas en torno a la navidad, la animación lectora y los niños, haga click aquí.





Felicite la Navidad con literatura


La Biblioteca virtual Miguel de Cervantes posee en su portal un servicio de envío de tarjetas personalizadas que incluye fragmentos de obras navideñas.

Para visitarlos haga click aquí.

CONVOCATORIA BECAS MAE 2008


A partir del 8 de diciembre 2007 está habilitada la solicitud de becas correspondientes al Programa de becas MAE de la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI) a través de la Página Web www.becasmae.es

La fecha de cierre está fijada en función de cada uno de los Sub-Programas que componen el Programa General. Información detallada en www.becasmae.es (Ir a Información, ir a Resolución, ir a Cláusula Segunda).

Los Programas II.A y II.B destinados a Becas de Postgrado en Instituciones Universitarias y No Universitarias españolas cierra su postulación en línea el 14 de Enero 2008 a las 24:00 horas (hora española)

Para mayor información dirigir concultas a b.lorenzo@aecichile.cl

19 de diciembre de 2007


Para quienes no lo conocen, en el ciberespacio tambien existen un Boletín de Noticias Google para Bibliotecarios.


Si desean visitarlo hagan click aquí

I ENCUENTRO INTERNACIONAL INFOCC

El I Encuentro Internacional de Información para el Cambio Ciudadano – InfoCC, reunirá en La Paz – Bolivia, una diversidad de académicos, analistas y políticos de distintas disciplinas y nacionalidades para debatir en GRUPOS DE TRABAJO soluciones a los desafíos que actualmente se encuentran en el acceso de los ciudadanos y ciudadanas al conocimiento, a la información pública y a la producción científica y tecnológica en sus países.

Con la participación de reconocidos expertos, será una oportunidad para analizar los asuntos informacionales, participativos, políticos y económicos de mayor relevancia en cada una de los Ejes Temáticos previamente trabajados por países.

El objetivo general es doble: cristalizar esta comunidad independiente y plural de expertos en asuntos internacionales promoviendo soluciones de tinte pragmático, y acercar este aporte a la opinión pública a través de Internet y los Medios de Comunicación.
Se celebrará los días 28, 29 y 30 de Mayo de 2008 en la ciudad de La Paz, Bolivia.